viernes, 23 de noviembre de 2007

Una mujer discapacitada denunció que una empresa de colectivo no le dio “ni un vaso de agua”

Lean la noticia que trascribo a continuación y mediten...(lo pintado en negrita es lo que resalté).
Obviamente es indignante y la empresa de micros es la única responsable por esta repudiable actitud, pero resulta también indignante lo que los afectados dicen con respecto al comportamiento del resto de los pasajeros.

Marcela Diego viajó desde Bariloche hasta Mar del Plata en la empresa Rápido Argentino, donde el personal a bordo le negó el servicio de comida porque no le correspondía. Lo mismo ocurrió con otros dos discapacitados que viajaban. “Me dolió la indiferencia del resto de los pasajeros”, señaló.“Ni un vaso de agua me dieron”.
Con esa frase Marcela Diego resumió la discriminación que le tocó vivir a bordo de un colectivo de la empresa Rápido Argentino, que le negó el servicio de comida que se distribuye a los pasajeros. Diego es discapacitado y viajó el domingo hasta Mar del Plata, donde se realiza los chequeos dos veces al año.
En diálogo con “El Ciudadano”, la mujer relató el calvario que vivió durante un viaje que demanda varias horas y más de 1.000 kilómetros de recorrido. Dijo que sacó el pasaje en la boletería de la empresa KO-KO en la Terminal de Bariloche que le dio el boleto en la empresa Rápido Argentino. Aseguró que preguntó con qué servicio contaba y si había azafata a bordo y le dijeron que sí. Sostuvo que “saliendo de Piedra del Aguila, la azafata empieza a repartir la merienda y veo que no me sirven a mí y otras dos personas con discapacidad”. “Le pregunto a la azafata y me dijo que tenían órdenes”, añadió Diego. Dijo que tras la negativa de la empleada se comunicó con Cristina Painefil de la Asociación de Padres de Niños con discapacidad y con Aurora Fernández para informarles sobre la situación. “Me quedaban 1.000 kilómetros por delante y era un servicio directo”, aseguró. Sostuvo que las mujeres le devolvieron el llamado a su celular y le dijeron que se habían comunicado con la empresa advirtiéndoles de su caso. Señalaron a los responsables de la empresa que estaban infringiendo la ley. Pero las órdenes habían sido dadas desde un alto jefe en Mar del Plata.
Diego comentó que en Neuquén capital pidió que la dejaran bajar a comprar algo y aprovechó para presentar la denuncia en la dirección municipal de Transporte. “En todo el recorrido ni un vaso de agua me dieron”, afirmó, dolida. Dijo que una de las discapacitadas, Rosario Torres, se bajó en General Roca y que el otro muchacho siguió hasta Buenos Aires.
Nos llamó la atención que nadie de los pasajeros se paró para ayudarnos en nuestro reclamo, nadie hizo ni un comentario ni una protesta”, dijo la mujer sorprendida. “Fue una indiferencia total”. Peor aún, sostuvo que la comida y las gaseosas estaba cerca de ellos. “Si hubiéramos actuado de mala fe las sacábamos de ahí”, señaló. “Me dio mucha importencia y me sentí una rehén”, dijo.
En cuanto a la falta de solidaridad del resto de los pasajeros, Diego dijo que “me dejó sin palabras, como que uno se acostumbra a eso de que me salvo yo y el resto no me importa”. Dijo que la semana próxima regresa a Bariloche y afirmó que en Mar del Plata iba a presentar otra denuncia por discriminación para evitar que se repita con otras personas.

3 comentarios:

Luciano dijo...

Hola.
Te cuento algo que escuche una vez en un colectivo en el que iba, el tema salio porque venia subiendo mucha gente que necesitaba que le cedan el asiento (gente con bebes en brazos y personas mayores).
Lo dijo una mujer que lo vivio ella, en otro colectivo en el que iba, a un pasajero le pidieron que ceda el asiento, el contesto:
"No, si yo pago el boleto tengo derecho a tener un asiento"
Sin comentarios... Una vergüenza.
Saludos, y felicidades por esta propuesta.

Ignacio dijo...

@ Luciano: los argumentos que dan algunas personas son de terror. Esto ya es otro tema, pero en un control de pasajes hace un par de días en el tren (Línea Gral. Roca), una mujer dijo que viajaba sin boleto "total, solamente viajaba una sola estación". Y por supuesto no quería pagar la multa.

Juan Pablo Gómez dijo...

Hola,

Luciano, gracias por visitar el blog. Y por tu mensaje.

Ignacio, gracias a vos también y me atreví a publicar lo que comentaste que observaste en el tren.